Coro Ciudad de Guadalajara

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sábado, 31 de octubre de 2015

Deja fluir la música que sale de tu interior...

Se podría confundir con una obsesión, pero no lo es aquello que consigue despertar una pasión que, con mesura, eleva el espíritu y la sensibilidad. Mientras que la obsesión te agota, te somete y enajena.

Cualquiera ha podido sentir en sus propias carnes erizar sus sentidos y transportarse a otro estado cuando se sienten los efectos de una pasión que te llena y te completa. Si esto es lo que ocurre cuando me sumerjo en la música que otros interpretan, qué no voy a sentir cuando uno mismo la genera con su voz, cuando este es el instrumento más puro con el que la naturaleza nos ha dotado.

Implicarse de lleno en esta sensación es lo que provoca ese estado que algunos confunden con la obsesión, y que para mí no es más,...ni menos, que habitar en un momento mágico de recreación personal, que permite dejar volar mi mente y traspasar en ocasiones la realidad de lo inmediato y de lo temporal y transportarme a ese estado, que, aunque sólo sea por un instante, hace que mi dedicación y esfuerzo merezca la pena.

Es el estado en el que mi universo personal me encierra en su burbuja y me permite contemplar el mundo desde las alturas, con complacencia y agradecimiento. Y cuando lo que hago se traduce en el reconocimiento y admiración de otros, adquiere un total sentido. No hay mayor pago que ese aplauso rompedor de tu hipnosis, espontáneo e incluso a veces involuntario, que reconoce tu entrega.

Imagino estas líneas sentado junto a una decrépita ventana de un tren de cercanías, de regreso al hogar, escuchando una grabación de nuestro concierto "O Crux" en Alovera del pasado mes de Junio y aún en el angosto y rancio entorno que me rodea, consigo emocionarme al sumergirme en todas sus piezas, que con el "Aetas Carmen Melodiae" llego a abstraerme y emocionarme sin temor a las miradas...¡Cómo no me voy a apasionar!.

Seguiré buscando la música que sale de mi interior, sin tener que dejar ni prescindir de nada, pues todo es lo que forma parte de mi vida. Y ahora que volveremos a interpretar la obra sacra, llenaré de nuevo mi mente de mágicos sonidos que cubrirá con un mágico tapiz la pared de mis recuerdos.