Coro Ciudad de Guadalajara

Coro Ciudad de Guadalajara

sábado, 21 de diciembre de 2019

Carmina Burana, interpretada por la Orquesta y Coro Ciudad de Guadalajara, con la Compañia de Danza "Crea Dance Company" de María Rovira.


La Orquesta y Coro de RTVE, El Orfeón Donostierra, El Coro Nacional de España, La Orquesta y Coro Estatal de Ucrania, El Coro de la Orquesta Nacional de Granada y otro sinfín de grandes compañias corales y sinfónicas han venido representando con gran éxito una de las obras corales más impactantes del siglo XX, la famosa, versionada e interpretada Carmina Burana de Carl Orff, de cuya historia y orígenes obviaré por la gran documentación e información que cualquiera puede obtener en innumerables contenidos de toda índole.

Lo que no puedo obviar es la importancia que ha tenido en Mi Experiencia como integrante del Coro Ciudad de Guadalajara, el interpretar esta magna obra en el día de ayer, 20 de diciembre de 2019, junto con la Orquesta y Escolanía de la misma agrupación musical, con la especial e irrepetible conjugación de la interpretación con la Compañía de Danza de Maria Rovira "Crea Dance Company", en el Teatro Auditorio Buero Vallejo de Guadalajara.

Las sensaciones se solapan en mis recuerdos, pero las concentro con esfuerzo en definirlas como una singular, extrema y emocionante vivencia musical, difícilmente conseguida, incluso recurriendo a los mejores recursos interpretativos. Siendo el resultado de la combinación y compenetración, casi sorprendente en apenas dos ensayos conjuntos, de unos Solistas de una calidad profesional al que sólo podrían optar proyectos musicales de gran altura y producción - Amanda Puig (Soprano); Marco Moncloa (Barítono) y Sergio García (Contratenor) -.

De una Orquesta Ciudad de Guadalajara con la que ya me acostumbro a disfrutar de su gran maestría y virtuosismo, integrada por unos músicos profesionales de envidiable juventud y que ellos nada deben de envidiar a orquestas ya consagradas y de gran renombre, demostrando una calidad interpretativa digna de cualquier gran obra musical que se precie, provocando emoción en cada nota y transmitiendo los impulsos musicales necesarios para que, hasta un humilde corista como el que escribe, pueda aportar lo mejor de su interpretación. Especial mención, aunque a todos ellos sería merecida, a mi admirada amiga, también compañera coral en otras grandes experiencias, Mar Sánchez-Doménech, virtuosa pianista de un talento que no deja a nadie indiferente, a la que auguro un futuro exitoso y prometedor, que ha aportado una singular expresividad a la obra con su interpretación.


De unos bailarines que igualmente sorprende su juventud pero más aún comprobar desde la cercanía y proximidad a su interpretación, apenas unos metros me han separado de ellos, cómo transmitían con sus cuerpos una sensibilidad que trascendía de la fragilidad al movimiento extremo y compulsivo, con la naturalidad con la que otros humanos respiramos y que han filtrado a través de todos sus poros y transformado en exquisita y sorprendente expresión muscular, cada estrofa, compás y cada nota de cada una de las veinticinco piezas que contiene la excelsa obra.

De los niños de la Escolanía que, con la sola interpretación de dos piezas, han transmitido con su blanca voz una emoción incomparable, con una naturalidad y bella musicalidad que penetra sin esfuerzo en los sentidos del oyente y otorga al conjunto musical un valor añadido.

Y de un Coro Ciudad de Guadalajara, del que me faltan ya calificativos pues son ya innumerables, en apenas 6 años de nueva formación, las ocasiones de emoción y sentimiento interpretativo de gran intensidad que he podido compartir y disfrutar y aunque me repita, no acabaré de alabar y agradecer su dedicación, esfuerzo, generosidad y sobre todo de su amistad. Compartir y experimentar, después de muchos meses de intenso trabajo, un resultado tan satisfactorio como el de anoche, hace que todo resulte un gran regalo y merecido premio a nuestra altruista implicación en los proyectos que acometemos y que pocas actividades, como lo es la música, podrían demandar y conseguir. Acordándome también de manera muy especial de aquellos que, habiendo compartido todo este tiempo de trabajo e intensos ensayos, extenuantes a veces, no han podido estar por una u otra razón y a los que dedico con igual gratitud y cariño mi participación en la representación.

Pero ya muchos de vosotros sabréis que todo esto no habría sido posible sin la chispa que activa la mecha de esta explosión musical, como si de un gran espectáculo pirotécnico se tratara. Aún recuerdo esa tarde de ensayo, poco después de despegar el primer trimestre de este año, cuando en vez de comenzar a calentar la voz, se inicia, sobre la pared del fondo de nuestra sala de ensayos, la proyección de un espectáculo musical de la Compañía de Danza "Crea Dance Company", interpretando de forma tan sorprendente como original la obra "Carmina Burana" de Carl Orff. Así, de manera sorpresiva al igual que emocionante, se nos propuso, de la mano de nuestra directora Elisa Gómez Pérez, la posibilidad de interpretar con dicha Compañia, la espectacular obra coral. Emocionados e inusitados aplausos rompieron espontáneos de todos los integrantes de este coro y he de confesar que a algunos también nos invadieron ciertos escalofríos por la tamaña propuesta, al ser consciente ya de la complejidad de la oferta y la seriedad del proyecto, pero ¡Quién dijo miedo!.



Así que de nuevo, toda mi gratitud y aumentada admiración para Elisa Gómez, joven talento que vuelve a conseguir, una vez más, atrapar y envolver con el expresivo movimiento de sus brazos, desplazamiento corporal, gestos y miradas que hablan por si mismas, a todos los que bajo su dirección nos acogemos. Sólo con una dedicación ejemplar como la suya, añadido a un talento y virtuosismo ya reconocido dentro y fuera de su entorno más cercano, consigue la implicación y compromiso de tantos, hasta obtener resultados tan sorprendentes y espectaculares como el que ayer se dio lugar en un recinto, testigo ya de grandes interpretaciones, que quedará para siempre retenido en nuestra memoria, pudiendo siempre recordar, "¡Yo canté el Carmina Burana, aquel 20 de diciembre de 2019 en el Teatro Buero Vallejo de Guadalajara!".

Mi Enhorabuena a todos y mi sincera y emocionada gratitud a los que lo compartisteis conmigo a uno y otro lado del escenario y especialmente al siempre necesario y gratificante apoyo familiar.